El templo de Ramses II en Abu Simbel, tallado en unas colinas de piedra
arenisca, es el más grande de todos los escarbados en las rocas y construidos en Nubia por
este faraón. Pero tras la construcción moderna de la gran presa y la formación del Lago
Naser (el segundo lago artificial más largo del mundo), no solo quedó cubierta gran parte
de Nubia por las aguas, además se tuvieron que desplazar más de 100.000 nubios, y también
hubo que trasladar varios monumentos como este de Abu Simbel, en una operación de rescate
coordinada por la UNESCO (foto 1).
El templo original se encuentra justo debajo del actual, que se montó sobre una montaña
artificial, y en su fachada se pueden contemplar, cuatro colosales estatuas sentadas de
Ramses II de 20 metros de altura mirando hacia el sol naciente (foto 2). Si os fijáis en la
(foto 3), entre las piernas y a los lados de Ramses, están representadas las figuras de su
familia, es una forma de expresar que se encuentran protegidas por él.
Unos pocos metros a la derecha de este templo, se encuentra el de Hathor, dedicado a su
esposa Nefertari (foto 4). Tiene seis estatuas en su fachada y la reina viene representada
por la diosa Hathor (con los cuernos de la vaca sagrada, y el disco solar). Las demás son de
nuevo de Ramses II y de sus hijos.
Se puede penetrar en el interior de ambos templos, y son una sucesión de cámaras con
columnas y estatuas (foto 5), y absolutamente todas las paredes y techos están decorados, principalmente con escenas de las guerras de Ramses II contra los Hititas...