Abu Dhabi. EAU

Septiembre 2013

Abu Dhabi significa literalmente "padre de la gacela" y es que en la época en la que se habitó por primera vez en 1793 era un paraíso natural. La ciudad ocupa toda una isla que cambió radicalmente a partir de 1958 cuando se descubrió petróleo, y comenzó una nueva era. El jeque Zayed empleó los ingresos del petróleo en infraestructuras tanto para Abu Dhabi como para los otros emiratos ganándose el respeto e influencia suficiente como para impulsar en 1971 la creación de los Emiratos Árabes Unidos y convertirse en su primer presidente, cargo que ocupó hasta su muerte cuando le sucedió su hijo mayor.
Hoy en día aun sigue el auge constructor y sus calles diseñadas con el sistema americano de cuadrículas están llenas de rascacielos y modernos edificios (fotos 1 a 3). La vía principal es la que recorre el litoral llamada Corniche Rd (foto 4) con una estupenda, kilométrica y cuidada playa que parece que no le interesa a nadie y estaba totalmente vacía (foto 5).
En Abu Dhabi se encuentran algunos de los mejores hoteles del mundo. El de más categoría es el Emirates Palace (foto 6) que a diferencia de otros hoteles de super-lujo no es preciso alojarse en el para visitarlo. El Hotel-palacio es inmenso: 400 habitaciones, 114 cúpulas, kilométrica playa privada (foto 7), 1002 lámparas araña de Swarovski, en el vestíbulo un tremendo reloj "Rolex" de oro (foto 8), y decoraciones de lujo por todos los salones (fotos 9 a 11). Aquí uno se puede sorprender con cualquier detalle, por ejemplo en los baños, en vez de las clásicas máquinas que expenden "condones", hay máquinas expendedoras de oro en piezas  de varios tamaños y peso, cuestión de prioridades, supongo (foto 12). En fin podéis husmear tanto como queráis en el hotel (foto 13), y lo mejor es que vuestra curiosidad no molestará a los clientes de categoría, ya que las suites que son de alta categoría están en pisos privados inaccesibles a la curiosidad del turista...