Durante toda la ceremonia, toda la mañana y toda la comida no vimos ni una sola mujer, ellas estaban
en el poblado al que por la tarde nos dirigimos, allí nos esperaban ellas con sus mejores ropas y
coloridos accesorios como collares y pulseras.
Ellas también iban a celebrar que sus hijos ya son hombres, y lo iban a celebrar bailando y cantando
para ellos. Ahora si estaba todo el poblado unido y celebrando, las mujeres bailando, los hombres masai
saltando como solo ellos saben, y nosotros alucinando...