Ya que no es posible realizar el desembarco en la Isla Petermann
por las inclemencias del tiempo en el exterior del barco, es un buen momento
para aprovecharse de que existe una política de puertas abiertas en este buque,
y es posible colarse a cualquier parte de él, así que visitaré el lugar ,más
caliente de estas latitudes : la sala de máquinas.
No es muy normal que dejen no solo meterse en lo más profundo del barco, sino,
que además, se presten a perder el tiempo contigo, y responder a todas las
preguntas que se te ocurran.
La primera impresión que se tiene al bajar a la sala de máquinas, es que es muy
ruidosa, pero te equipan con unos cascos, y continuas (foto 1). Llegas al gran
motor diesel que mueve el barco (fotos 2 y 3), aquí no solo hace ruido, hace
mucho calor (nada que ver con la Antártida). Me dieron muchos datos, pero ya no
me acuerdo de ninguno, aunque la verdad a un pasajero poco le importa saber de
la fuerza de un motor, o de la velocidad a la que se mueve la hélice. Recuerdo
el tranquilizador dato de que todo absolutamente todo está duplicado por si el
principal falla : el motor, la planta de agua, planta eléctrica, etc.
Respecto a la planta de agua por Osmosis inversa (foto 4), decir que impresiona,
ya que es capaz de abastecer de agua dulce a todo el barco y para todo,
absolutamente toda el agua utilizada para cualquier cosa es potable. Me dejaron
meterme por cualquier sitio, mirar tableros de control (foto 5), revolver el
taller (foto 6), y ya puestos a visitar todo el barco, otro día con mejor tiempo
en cubierta, pedimos que nos abrieran y enseñaran como es un bote salvavidas por
dentro. Normalmente en un crucero te enseñan a llegar al bote salvavidas, aquí
también , es obligatorio. Encontrarlo en un barco pequeño no es difícil, ya que
son bastante grandes (foto 7), se abre la pequeña compuerta de entrada (foto 8),
y el aspecto interior, es el que ofrece la (foto 9). Aunque parece austero, no
lo es, tiene un motor propio y combustible, radio, balizas, comida, bebida (foto
10), y cualquier cosa vital para mantenernos vivos algunos días. Claustrofóbico,
lo es un poco al ser cubierto, pero si tenemos en cuenta que en un bote
descubierto como los de las películas de antaño nos moriríamos congelados en
seguida, en este que tiene hasta calefacción, pues se estará un poquito mejor,
esperemos no usarlo...