Después de recorrer la estación ballenera, continuamos la
exploración de Puerto Foster, su abundante vida animal. toda la playa está
llena de Lobos Marinos (foto 1), y focas de todos los tipos (foto 2). Podemos
fotografiar una agresiva Foca Leopardo (foto 3), y justo al lado una pacífica
Foca de Weddell (foto 4). Pudimos observar como se comunican, como se pelean, e
incluso como nos perseguían e intentaban asustar para defender su territorio.
Hacia el otro extremo de la playa, subimos hasta la "Ventana de Neptuno" (fotos
5 y 6), un punto panorámico desde el cual se aprecia tanto el interior de la
isla que no es más que un cráter volcánico inundado por el mar (foto 7), como el
exterior, y ver el mar que la rodea (foto 8). Este lugar fue fundamental para la
exploración antártica, ya que desde aquí arriba se vio por primera vez el
continente antártico, lo que animó a seguir navegando hacia el sur. Nosotros no
tuvimos suerte, ya que eso solo sucede los días especialmente despejados.
Terminamos el día y por si este fuera nuestro último desembarco, de la manera
más tonta y absurda. No se a quien se le ocurrió la idea, pero parece una
tradición, el último día de crucero, bañarse en las frías aguas antárticas,
aprovechando que la arena volcánica está un poco caliente por la actividad del
volcánica, pero os aseguro, que no calienta absolutamente nada el agua del mar
(fotos 9 y 10)...