La las afueras de Budapest, accesible con el metro de la línea 5, se encuentra la antigua ciudad
romana de Aquincum, en aquellos tiempos perteneciente a la provincia romana de Panonia.
Aquí Marco Aurelio escribió su libro "Meditaciones en Aquincum".
Aquincum fue fundada en el siglo I tras la conquista del territorio a los celtas, que lo ocupaban desde el
año 400 a.C.
Hoy las en las ruinas que se pueden visitar se puede apreciar claramente el razado de las calles, los
cruces, las redes de alcantarillado y las diferentes edificaciones: termas, mercado, talleres o
viviendas.
En el museo podréis ver restos de mosaicos, monedas, estatuas y
alfarería halladas durante las excavaciones.
Si llegáis a Aquincum en el metro, en la misma estación se encuentra el anfiteatro de la ciudad, el cual se puede
recorrer por dentro y por fuera sin pagar entrada.
Es por esta ciudad romana, que aun hoy el gentilicio de los habitantes de Budapest es "Aquincenses o aquineos"...