Como yo me imaginaba, la plácida estancia en el bonito hotel duró sólo dos días, al tercero nos fuimos en busca de otras playas y lugares, empezamos por el dedo central de Chalkidiki, la península de Sithonia, a la cual le dimos toda la vuelta, encontramos playas de todo tipo, abiertas al mar y en un entorno de olivos mediterráneo como la de Kastro (foto 1), más cerradas y rodeadas de pinos como la de Spathies (foto 2), lugares solitarios en donde esnorquelear y perseguir pulpos como en Azapiko (foto 3), y sobre todo muchos y muchos más sitios tranquilos y apacibles donde descansar, tomar el sol y bañarse como el de Sikias (foto 4)...