La alegría de estas comunidades indígenas, son los niños, sus rasgos, su
alegría. Les gusta acompañarte, que les tomes fotos, que se las enseñes. Dan
tanta felicidad (fotos 1 y 2), que se merecen un escaner.
Son tanta novedad ellos para nosotros, como nosotros para ellos, así que
compartimos nuestras galletas con los niños (foto 3), y a cambio recibimos
clases de manejo de sus embarcaciones de las cuales ya desde pequeños son unos
expertos (foto 4). Porque su vida es el río, de él depende su alimento, su
higiene (foto 5), su comunicación con el exterior, sus cultivos, absolutamente
todo.
En la región Amazonas de Venezuela, y en sus comunidades indígenas, la piragua
es el vehículo para movilizarse por el río, para pescar, y como eso ya lo hacen
desde pequeños, hay embarcaciones de todos los tamaños, incluidas las más
pequeñas para ser manejadas por niños y niñas (foto 6).
Sólo por compartir un rato con estos niños, vale la pena un viaje al interior de
la selva (foto 7)...