Definitivamente Barcelona es una ciudad muy grande (foto 1)
imposible verla en solo 4 días. La segunda ciudad española, y uno de los puertos
más importantes del Mediterráneo, con mucha historia, tradiciones, cultura,
monumentos, un clima estupendo, y unos habitantes de carácter alegre. Todo eso y
mucho más hace que Barcelona sea una de las ciudades más animadas, interesantes
y atractivas de España.
Pero Barcelona no solo se disfruta viendo monumentos o museos, se disfruta
tranquilamente durante todo el día, desde que te desayunas una ensaimada por la
mañana (foto 2), hasta el atardecer en cualquier parque o en la playa (foto 3).
Se disfrutan los mercadillos, como los famoso "Encants Vells" (Encantes viejos),
donde se puede encontrar de todo desde un traje flamenco (foto 4), a cualquier
objeto de arte con el que convertir tu casa en un museo.
Se puede subir a la montaña de Tibidabo (foto 5), donde hay un bonito Parque de
atracciones, y donde ya subir hasta el, por ejemplo con el viejo y original
Tranvía azul, ya es una atracción.
Se puede disfrutar de los artistas y del arte callejero en el puerto, o en
cualquier plaza que esté iluminada por el sol mediterráneo (foto 6).
Barcelona es una ciudad deportiva, con una gran herencia de instalaciones que
quedó después de los Juegos Olímpicos, su playa es un estupendo lugar para hacer
deporte. Aquí está posiblemente el mejor equipo de fútbol de mundo (después del
Madrid), el Barcelona claro (foto 7), el Museo del Fútbol Club Barcelona es el
más visitado de la ciudad con 1.300.000 visitantes al año.
De gastronomía catalana y cocina mediterránea, se han escrito miles de libros,
pero lo mejor es no hablar y venir a Barcelona a probarla, a refrescarse con un
helado (foto 8), a comerse unas "tapas" (foto 9), unos "churros" (foto 10),
meterse en cualquiera de las Tabernas del puerto, aunque en las más populares,
es tal la cantidad de gente que hay, que es imposible pasar con carrito de
niños, bueno ni con los niños, como nos pasó en "Can Paixano", uno de los
garitos a donde quería volver a entrar y comerme unos bocatas con su típico vino
espumado, y simplemente me fue imposible por abarrotado, tal vez la única
decepción del viaje (foto 11).
Hasta con las miguitas que os sobren de la comida se puede disfrutar, ya que
todas las plazas están llenas de palomas, y ahora también de loros, que parece
que les gusta el clima de aquí (foto 12).
Moverse por Barcelona tampoco es problema, con su extensa y clara red de
transporte, el "Tram" (tranvía eléctrico), es nuevo, yo no lo conocía, moderno,
bonito, y te lleva a la playita (foto 13). Además en cualquier parada de metro
están las también nuevas "bicing", un sistema de bicicletas baratas de alquiler
que se van tomando dejando conforme las necesitas. Hay "bicing" (foto 14)por
todos los lados turísticos de la ciudad.
En definitiva hay que salir a la calle en Barcelona sin una idea, dejarse
llevar, ver sus banderas y escudos colgando (foto 15), sus calles, sus gentes,
toda la familia quedó enamorada de Barcelona (foto 16)...