Llegamos a nuestro último día
en Barcelona con muchas cosas y planes pendientes por ver y hacer. Ana Sofía
quería ir a la Fundación Miró, es su pintor favorito, reconoce sus pinturas, y
aquí en Berlín va a la Escuela Joan Miró. Heike a la playa y zona de vuelo de
Pineda de Mar a ver si sus amigos parapentistas se siguen reuniendo y cenando
bocatas de calamares en el Bar Marina. Yo quería subir al Tibidabo, y pasar el
día en el parque de atracciones con los peques. Pero vemos en la web del
Ayuntamiento que son las Fiestas en honor a Santa Eulalia, y hay actos típicos
catalanes por toda la ciudad, eso será divertido...
Cuenta la leyenda, que allá por el siglo IV, el emperador romano Diocleciano,
ordenó perseguir a todos los cristianos que había en el Imperio. En Barcelona,
muchos huyeron, y otros se escondieron. Pero una jovencita de 13 años que vivía
en un caserío de Sarriá llamada Eulalia, se presentó delante del cónsul Daciano
en Barcelona pora revelarse contra aquellos actos tan injustos. Eso le costó la
vida, y desde entonces esta niña ha sido símbolo de solidaridad, defensa de la
justicia y compromiso de la juventud para con nuestra ciudad, y juntamente con
la Virgen de la Mercé, es patrona de Barcelona.
Con motivo de la fiesta, había todo tipo de actividades: Gigantes
cabezudos, pasacalles, correfocs, teatro, danza, bailes populares, sardanas,
castellets...
Comenzamos dirigiéndonos a la Plaza Real para ver un encuentro de Gigantes y
Cabezudos (fotos 1 a 5). El ambiente allí era muy festivo, música catalana,
podías cargarte un "gigante" (foto 6), colocarte la cabeza que te sentara mejor
(foto 7), reírte con los simpáticos diseños (foto 9), y ver todos los símbolos
típicos catalanes: dragones (foto 8), danzas con palos (foto 10), trajes típicos
catalanes y su aun más típico calzado: las "espardeñas" (fotos 11 y 12), etc.
Y todo eso sin moverse de la Plaza Real, que además los domingos en su centro se
ponen puestos (foto 13) para coleccionistas de monedas (foto 14), sellos,
tapones de botellas de vino, pins, etc.
Y luego por supuesto acompañados por bandas de música catalana (coblas), salir a
pasear por las calles de Barcelona en una procesión gigantesca...