Desde Kuks, se puede hacer una pequeña excursión caminando unos
3 kilómetros, hasta un bosque de esculturas talladas en las rocas en un lugar
llamado Betlém. Desde el mismo hospital hay indicadores que marcan el camino,
pero también se puede llegar en coche dando un pequeño rodeo, y es igualmente
una excursión, ya que se circula por unas carreteritas en las que apenas cabe un
coche cruzando simpáticos puentes (foto 2), y tranquilos bosques (foto 2).
Una vez llegamos al parking del bosque de estatuas, nos introducimos en él, y
hay que estar bien atento porque lo que parecen simples rocas entre los árboles
(foto 3), pueden ser obras de arte.
En tiempos de Spork, el bosquecillo era un santuario, con grutas y ermitas
excavadas en la roca. Una rara fusión de misticismo religioso, arte, y
naturaleza.
Hay que caminar despacito para disfrutar de estas obras de arte. Trogloditas a
la puerta de su cueva (fotos 4 y 5), ovejas y pastores acostados (fotos 6 a 8),
pasajes bíblicos y de otras épocas (fotos 9 a 14), son ejemplos de los relieves
que Braun talló en la rocas en 1733.
Desgraciadamente la experiencia única de visitar este lugar está en peligro, y
es que como nos advierte un cartel informativo en el lugar (foto 15), las obras
están muy dañadas, y se están deteriorando más día a día, tanto que este bosque
de esculturas, tiene el triste honor de estar incluido en la lista de la "World
Monuments Watch" de los 100 lugares o monumentos más dañados y en peligro de
perderse del planeta, si no se toman medidas para su preservación y
restauración...