Pretendíamos quedarnos un día más a esquiar en esta zona de las montañas del
Erzgebirge, pero esta vez en la zona Checa, y nos fuimos a dormir a Bozi Dar,
una de las estaciones que junto con Klinovec (Chequia), y Oberwiesenthal
(Alemania), forman parte del dominio esquiable llamado "Ski Areal" (foto 1).
Pero en tiempo cambió y amaneció un día apocalíptico, nada idóneo para esquiar.
Ya lo noche anterior cuando llegamos no nos dimos ni cuenta de donde nos
metíamos. Todo estaba bloqueado por montones y montones de nieve. La carretera
de acceso a Bozi Dar tenía este aspecto de día (foto 2). Desde la buhardilla
donde nos alojamos, aun estábamos felices viendo el espectáculo de la nevada que
estaba cayendo (foto 3), y ni se nos ocurrió pensar que teníamos aparcado el
coche en una callejuela en subida, de la que nos costó luego bastante salir,
bueno a nosotros y a otro montón de esquiadores atrapados.
Cuando nos cansamos de mirar por la ventana decidimos salir y formar parte del
espectáculo, y nos vestimos como correspondía (foto 4). Nevaba y nevaba, y el
pueblo ya estaba sepultado en nieve cuando salimos (foto 5), la nieve llegaba a
la altura de las farolas (foto 6), y caminar por el pueblo era algo parecido a
caminar por un glaciar entre grietas (foto 7). Cualquier edificio estaba rodeado
por la nieve (foto 8), y cualquier puerta sepultada en ella (foto 9).
Caminar por las calles era difícil (foto 10), pero más aun pasar de una calle a
otra ya que había que subir hasta lo alto de una montaña de nieve (foto 11), y
bajar por el lado opuesto (foto 12).
Había que caminar por las montañas de nieve (foto 13), ya que el centro de las
calles estaba destinado al patinaje de coches sin control (foto 14), y resultaba
algo peligroso para los espectadores, aunque al final nos tocó también jugar. No
había reglas, las señales de tráfico que suelen tener 3 metros de altura,
estaban totalmente tapadas por la nieve (foto 15), así que simplemente aplicaba
el "sálvese quien pueda", y había que salir de allí, porque es que el asunto
empeoraba. Ayudamos a varios coches a salir del pueblo, hasta que nos tocó el
turno, y nos ayudaron para salir. El pueblo está como en una hondonada, y nadie
la podía subir sin ayuda, éramos todos contra los elementos, y nos fuimos,
dejando al pobre pueblo sepultado (fotos 16 a 18)...