El día 26 de Abril de 1986 los
trabajadores del reactor 4 de la central nuclear de Chernobil comenzaron un test
de estrés de la planta. Se trataba de comprobar cuanto tiempo aguantarían
girando y produciendo energía las turbinas en caso de que la central se quedara
sin suministro eléctrico. Para poder realizar la prueba, se desactivaron los
sistemas de control y de seguridad que eran capaces de abortar la prueba, la
regulación de potencia, y el sistema refrigerante. Además se sacó de línea al
ordenador principal que impedía cualquier operación prohibida y comenzaron la
prueba cortando el suministro eléctrico. Con los sistemas de emergencia
desconectados, el reactor experimentó una subida de potencia extremadamente
rápida que no pudieron controlar. Se comenzaron a oír ruidos y explosiones en
todo el complejo, hasta que una brutal explosión causada por la formación de una
nube de hidrógeno, hizo volar por los aires el techo de 100 toneladas del
reactor, provocando el incendio total de la planta y una gigantesca emisión de
productos de fisión radioactivos a la atmósfera.
Hoy más de 25 años después del peor desastre nuclear conocido, es posible
visitar la planta nuclear de Chernobil, y la extensa área contaminada que la
rodea. No es que no haya radiación, o no sea peligroso, simplemente que una
corta estancia si la puede tolerar el organismo. Para evitar que nadie se quede
por allá, hay 2 anillos de seguridad, uno a 50 kilómetros alrededor de la
central y al que alguno de sus pobladores se le ha permitido regresar, y un
anillo de exclusión total de 25 kilómetros alrededor de la planta, donde nadie
puede vivir ni podrá vivir en los próximos 48.000 años. El primer anillo es un
simple control militar (foto 1), que no deja pasar a nadie no autorizado. A
partir de aquí muchos paneles informativos sobre el área radioactiva en la que
nos encontramos (foto 2), y a los lados de la carretera el símbolo internacional
de la radioactividad, el trébol en su versión roja (foto 3). El color del trébol
va de gris a rojo. El primero indica que pueden existir radiaciones, y el rojo
que está terminantemente prohibido el acceso a la zona (foto 3).
La localidad de Chernobil, está parcialmente habitada, ya que se encuentra
dentro del primer anillo de seguridad, pero fuera del segundo de 25 kilómetros
de exclusión. Han regresado algunas personas, pero la mayoría de las casas (foto
4), tiendas (foto 5), o teatros están en ruinas (foto 6). En la entrada de la
ciudad sigue estando el monumento que daba la bienvenida al visitante, y en el
que se mostraba con orgullo que aquí había una central nuclear (foto 7), pero
las calles se ven desiertas y abandonadas (foto 8), las únicas construcciones
nuevas son los cementerios y algún monumento a los que ayudaron y dieron su vida
durante y posteriormente a la tragedia (foto 9), todo lo demás es desolación
(fotos 10 y 11).
Pasamos el segundo anillo de seguridad, y nos acercamos hasta el reactor (fotos
12 a 17), pudiendo llegar a la misma entrada del reactor 4 completamente tapado
por un sarcófago de cemento agrietado, y allí tomamos una medición con un
contador Geiger: 3.09 miliSievert/hora (foto 18). El Sievert es una unidad que
mide la cantidad de radiación que absorbe el organismo y mide su impacto en el
mismo. Se considera que 100 mSv al año empiezan a producir efectos en el
ser humano, 500 vómitos y 4000 la muerte. Quiere decir que actualmente con
permanecer allí 32 horas, estaríamos en el primer caso, y permaneciendo 53 días
moriríamos con total seguridad.
Esto es debido a que el sarcófago inicial se ha degradado por efecto de la
radiación y está agrietado y en peligro de colapso, por lo que están
construyendo uno nuevo, pero la obra es descomunal, y va muy retrasada (foto
19).
Lógicamente el sarcófago es para el reactor afectado, pero hay otros 3
simplemente parados y abandonados, y otras instalaciones, como por ejemplo el
comedor de la planta que sigue operando (foto 20), y donde comimos esta
suculenta comida (foto 21)...