Seguimos en Creel donde realizamos algunas excursiones más, esta vez
a pié a la cascada más visitada de la Sierra Tarahumara después de la de Basaseachic, la Cascada de
Cusárare, su caída de agua es de 30 metros y se llega a ella con una agradable caminata de poco
más de media hora por un sendero muy bien acondicionado (foto 1 y 2).
A esta excursión nos acompañó un nuevo amigo Poncho, el perrito de unos tres
meses del guarda del parque, (foto 3), la verdad se portó bien y caminó el solito casi
todo el rato.
De allí nos dirigimos al poblado tarahumara de Cusárare donde los jesuitas levantaron
una Misión en 1752, por fuera está muy bien conservada, pero en su interior no es que
quede mucho, su guardián nos explico que está tan vacía para que los indios puedan
hacer sus bailes tradicionales cuando vienen a la Misión.(foto 4)