A unos 140 kilómetros de Budapest, en el norte de Hungría, se encuentra la
población de Eger,
en el condado de Heves. Aunque Eger es una ciudad
histórica, pero actualmente es especialmente
famosa por sus vinos tintos y blancos, los mejores de
Hungría.
Las variedades más conocidas de la región vinícola de Eger
son la Egri Leányka, la Egerszóláti Olaszrizling y la Debroi Hárslevelu, en vinos blancos, y la Egri Bikavér, en vino tinto.
Pero la gente también viene a disfrutar de sus baños termales y por supuesto a conocer sus
atractivos turísticos con numerosos edificios históricos, un minarete turco del siglo XVII de
unos 40 metros de altura.
Su castillo se ubica en el centro de la ciudad y es del siglo XIII, siendo una
edificación defensiva.
Sucede que en la época de Esteban I, primer rey de
Hungría, Eger era la sede arzobispal, y por tanto la
ciudad y su catedral necesitaban protección de los ataques mongoles del siglo XIII.
El Castillo llegó a ser un elemento histórico importante debido a que en él se
efectúo el mayor acto heroico en la historia de Hungría: la resistencia de dos mil personas ante un asedio turco que duro cinco
semanas en el año 1552.
En la actualidad se puede visitar el Castillo de Eger y sus ruinas, así como las exposiciones que allí se
llevan a cabo.
Hoy en día pasear por Eger es muy agradable ya que la ciudad es
pequeña y su centro histórico peatonal,
y después de recorrer el centro se puede ir a la zona de las bodegas al oeste de la ciudad, donde se pueden
degustar en diferentes bodegas la gran variedad de vinos de la zona, un lugar imperdible sobre todo al
anochecer donde se reúne la gente a beber y disfrutar de la noche con una buena copa de vino...