Hay que dedicar al menos media jornada para ver la Estatua de la Libertad (foto 1),no
porque el lugar sea muy grande, sino porque dos horas de cola no nos las quita nadie, y la
verdad no vale la pena, ya que desde arriba en la corona no se ve nada de nada, de todas
maneras el viaje en barco hasta la Isla donde se encuentra la estatua es inexcusable, y las
vistas de la ciudad desde la bahía preciosas (foto 2).
De regreso el ferry hace una parada en otra isla "Ellis Island", esta es famosa
porque aquí llegaban todos los inmigrantes que venían en busca de fortuna, y uno se puede
imaginar a través de las fotos expuestas como los recibían, las revisiones médicas a que
los sometían, y los criterios de selección que aplicaban, y quien no pasaba las pruebas
médicas, físicas, o simplemente no caía bien al aduanero, pues lo devolvían al barco y
nunca pisaba Nueva York.
Nosotros pasamos, y nos dirigimos al Puente de Brooklyn, otro lugar interesante para pasear
y hacer fotos como esta (foto 3), con la torres del World Trade Center de fondo.