Evora es una ciudad cuyo origen se remonta a la época romana, hecho que contribuyo al
desarrollo e importancia cultural
que vivió en siglos posteriores. En el siglo XV los reyes portugueses
tenían aquí su residencia.
Hoy tiene un ambiente tranquilo y acogedor, siendo un importante destino
turístico. Es un lugar que hay que recorrer a pie,
caminar por sus estrechas calles de cacas blancas encaladas, e ir descubriendo los
muchos monumentos que posee a tu paso.
La UNESCO tiene catalogada a Evora como Patrimonio
Mundial.
Nosotros que llegamos en tren empezamos desde su
estación dirigiéndonos al centro y en nuestro camino ya vimos algunas villas
interesantes, la Iglesia de Sao Bras, y recorrimos el Jardin Publico de Evora, muy interesante con ruinas, palacios, bancos,
fuentes, pavos reales y mas.
Junto al parque se encuentra la Iglesia de Sao Francisco, mas
conocida por contener la "Capela dos Ossos" (Capilla de los
huesos), obviamente veréis el porque viendo las fotos.
De allí continuamos a la Plaza do Giraldo, el corazón de la ciudad y punto de encuentro con sus
cafés, terrazas, heladerías,
y hasta carrito de castañas asadas. También esta allí la Iglesia de San Antonio, el chafariz con 8
caños que representan
las ocho calles que aquí convergen y hasta una Oficina de Turismo.
Seguimos subiendo hasta la Catedral que posee una
combinación de torres cónicas poco habituales en la arquitectura
portuguesa. La Catedral de Evora es la mayor catedral medieval del
país.
Y muy cerca de ella se encuentra un gran templo romano dedicado a la diosa Diana.
Hay más cosas que ver como museos, la universidad, pero nosotros continuamos recorriendo la ciudad a pie desde el centro siguiendo
que acueducto de Prata, que desde las afueras se
introduce hasta dentro de la ciudad, la cual lo ha adaptado a sus calles,
casas y vida diaria...