Seguimos recorriendo la campiña por las orillas del
Támesis al sur de Oxford, y sin darnos cuenta se nos hace de noche en el
poblado de Ewelme (fotos 1 y 2), por lo que decidimos ponernos a buscar
algún lugar donde dormir y continuar al día siguiente, pero nos dicen
los lugareños que aquí no hay hoteles, pero que no nos preocupemos que
nos buscan una casa. Nos dejamos llevar, y wow que nos encuentran una
tremenda antigua casa isabelina para quedarnos. No nos podemos creer
donde nos meten, es que la habitación ya es tremendamente confortable
simplemente a la vista (fotos 3 y 4), escaleras (foto 5), cocina (foto
6), el pedazo de desayuno que nos preparan en el salón (foto 7), las
vistas que tenemos ya de día desde nuestro dormitorio (fotos 8 y 9), y
lo hermosa que es la casa que no vimos al entrar de noche (foto 10). Un
auténtico disfrute toda esa casa para nosotros.
Ya de día dimos un paseo por la encantadora población, Ewelme, por su
escuela (fotos 11 a 15), su iglesia (fotos 16 a 18) y su asilo para
ancianos todo del siglo XV que forman un conjunto encantador entre los
prados y el verdor de este pueblo...