La Isla de Rugen como buen centro turístico que es no solo
ofrece baño a sus visitantes, sino infinidad de posibilidades de excursiones y
paseos de todo tipo. Una buena red de senderos bien marcados (foto 1), con
indicaciones del recorrido, distancias, y planos gratuitos de ellos que se
consiguen en las oficinas de turismo, hoteles, etc. Igualmente rutas para montar
a caballo y bicicleta, e indicadores a cualquier tipo de atracción cercana (foto
2).
Hasta se puede visitar el fondo marino en una especie de cápsula presurizada que
se sumerge para disfrutar de la flora y fauna marina sin mojarse ni una gota
(fotos 3 y 4).
Hay castillos como el de Granitz (fotos 5 y 6), un pabellón de caza hoy usado
para conciertos musicales.
Hay dólmenes prehistóricos, monasterios, parques de atracciones, acuáticos,
reservas de animales y aves, granjas de animales, museos. No importa cual sea
vuestro gusto a la hora de elegir una excursión, aquí hay de todo. Una que
nosotros hicimos caminando fue a Moritzburg, una pequeña colinita en la aldea de
Moritzdorf con unas vistas espectaculares una vez se llega arriba (fotos 7 y 8)
hacia el pueblo, y la bahía de Greifswalder (foto 9), y el lago de Sellin (foto
10).
Y si no os gusta caminar, tampoco hay escusa para no salir, y con vuestro coche
pederse en la "Deutsche Alleenstraße" tanto como
queráis,
y es que aquí en Rugen hay 400 kilómetros de caminos bordeados de árboles
gigantes (foto 11), pero esta antigua ruta de más de 100 años de antigüedad que
comienza en Sellin, llega hasta el sur del país, hasta el Bodensee recorriendo
2900 kilómetros, es el camino más largo y más verde de Alemania con decenas y
decenas de miles de árboles centenarios que se plantaron a medida que avanzaba
la construcción del camino...