La idea de construir una obra grandiosa, para exaltar a los descubridores de
América, surgió antes de las conmemoraciones del IV Centenario del
Descubrimiento, pero todo quedó en un monumento en mármol de Carrara y
bronce donde alojar los restos mortales de Colón.
100 años más tarde y para el V Centenario del Descubrimiento, se inauguró el
6 de Octubre de 1992, el monumento más grande jamás construido por el hombre
en forma de cruz, con unas dimensiones de 230 x 70 metros y 70 de altura
(foto 1). Y lo más fabuloso es que en toda la parte superior de la cruz hay
instalados potentes reflectores, que en la noche irradian una cruz
reflejándola en el cielo y las nubes con una intensidad casi solar, y ese es
el problema que cada vez que lo encienden dejan sin luz a Santo Domingo. Así
las cosas, a los capitalinos no les interesa mucho que lo enciendan, y la
verdad es que nadie nos supo decir cuando lo hacían, unos que estaba en
reparación, otro que las fiestas, otro que los fines de semana, el caso es
que ninguna de las noches que pasamos en Santo Domingo lo vimos funcionar.
En el interior podréis visitar el viejo monumento de mármol (foto 2), que
sigue conteniendo los restos mortales del Almirante (foto 3), y todo un
tremendo museo a base de una sala por país en la que cada uno puso lo que
quiso, desde mapas y libros de la época los españoles, hasta armaduras
antiguas los japoneses.
En el exterior un gran parque algo abandonado donde ver por ejemplo el
"papamóvil" que utilizó su santidad en la visita a República Dominicana.
El Faro a Colón, es seguramente como lo deseaba el Gran Almirante, semejante
a la cruz de madera que llevaban a todos los nuevos lugares descubiertos, en
cumplimiento a la orden que recibieron a su partida de España:" Pongan la
cruz en toda calle y camino, para que Dios los bendiga. Esta tierra
pertenece a los cristianos y el recuerdo de esto debe conservarse a través
de los tiempos"...