Continuamos conociendo la ciudad de Berlín y sus alrededores a través de
pequeños paseos dominicales familiares, esta vez nos vamos a la zona de
Glienicke, en la frontera entre la ciudad de Berlín, y la de Postdam. Hay muchas
cosas que ver por aquí, destacando dos interesantes conjuntos de palacios
ajardinados, ambos construidas a mediados del siglo XIX para distintos miembros
de la familia real. El primero es el "Klein Glienicke" de estilo neoclásico y
con una espectacular entrada principal decorada con unas regias esculturas
doradas de leones (foto 1). El palacio está abierto al público y hay muchos
edificios diversos dispersos por su gran jardín: las cocheras, patios con
pérgolas, invernadero, y hasta una réplica de un monasterio medieval, el
"Klosterhof" (foto 2), pero lo mejor es pasear por las partes silvestres de los
grandes jardines (fotos 3 y 4) con fuentes, cascadas y mucho verde.
Desde el mismo castillo, se tienen bonitas vistas hacia el río Havel, y el
puente que lo cruza, el "Glienicker Brucke" (fotos 5 y 6). Este puente bajo el
régimen de la Alemania Oriental, se le conocía bajo el curioso nombre de "Puente
de la Unidad", realmente estaba cerrado al tráfico, y en vez de unir separaba y
dividía las dos Berlín, y era aquí en este puente donde se efectuaban los
intercambios de espías que tanto se ven en las películas de la época de la
guerra fría.
El otro castillo de la zona, es el "Schloss Babelsberg", diseñado para el futuro
kaiser Guillermo I, de un estilo neogótico (fotos 7, 8, 9 y 10). Es un bello
edificio de formas irregulares con numerosas torres también abierto al público,
y como no, rodeándolo numerosas zonas verdes y jardines en los que pasear y
pasar un bonito y tranquilo domingo...