Y llegamos a la Gran Sabana venezolana, según los científicos el lugar más
antiguo del planeta, un fascinante aun hoy mundo perdido, el mismo que inspiró
la novela de ese título y tantas secuelas posteriores de películas de
dinosaurios.
La tan ansiada entrada a este mundo es la Piedra de la Virgen, en la que todo el
mundo se para intentando buscarle un parecido con ella, imposible, no se porque
tiene este nombre (foto 1). Pero lo importante es llegar a ella, a partir de
aquí la selva se despeja y aparece la sabana (foto 2). Con esos imponentes
paisajes hay que tomárselo con calma y respirar hondo para digerirlo, la belleza
y el espectáculo natural es brutal, demasiado para la vista.
Poder disfrutar de todo esto, se debe en parte a los soldados que construyeron
la carretera que llega a la frontera con Brasil en Santa Elena de Uairén, y para
ellos hay un poco más adelante un monumento al "soldado pionero" que los
recuerda. (foto 3)
La Gran Sabana es un espacio infinito, el cuarto Parque Natural en el mundo en
extensión. Sus formaciones más características son los tepúyes (foto 4), las
montañas sagradas de los indios pemones, sus habitantes ancestrales. El de la
(foto 4) visto desde la carretera, es el tepui Roraima, y en su cima la triple
frontera de Guyana, Brasil y Venezuela, y si tomamos la foto con zoom (foto 5)
se aprecian claramente las tremendas cascadas que caen desde arriba, estas no
tienen más de 900 metros como el salto Ángel en el Auyantepuy (también en este
parque), pero si tienen entre 500 y 700, vamos auténticos ríos verticales...