Boa Vista. Edo Roraima. Brasil

Diciembre 2006

Llegamos a Boa Vista de noche, así que la primera impresión de la ciudad la tenemos cuando nos levantamos desde la terraza del hotel, una espléndida vista sobre el Río Branco (blanco) (foto 1). Cuando se sale a la calle, la siguiente impresión es de calor y bochorno, tremendo calor. Hasta las motos las protegen del sol para poderse sentar encima sin quedarse la piel pegada en el asiento (foto 2).
Vamos paseando hasta el centro histórico y la exuberancia de la selva tropical se hace evidente en los puestos de fruta de los mercadillos callejeros (foto 3).
Una vez en el casco antiguo, a orillas del río, hay varias casas antiguas bien restauradas y conservadas, y todas con un letrero referente a su historia. Por ejemplo en el de la casa Bandeirante (foto 4), pone entre otras cosas, que fue construida en 1898 y albergó una empresa y comercio que comercializaba provisiones entre la Provincia de Río Negro (Manaos), y Nossa Senhora do Cormo (Boa Vista).
De la casa de "Petita Brasil" (foto 5) dice que es un edificio neoclásico de 1892, edificado sobre el puerto por su abuelo Bento Ferreira Marques Brasil, una de las primeras familias en llegar a Río Branco cuando la región aun pertenecía a la provincia de Gran Pará.
Y de la Catedral por ejemplo (foto 6), dice el cartel que fue edificada entre los años 1967 y 1968 por el ingeniero italiano Mario Fiameni siguiendo las tendencia de tres símbolos: un arpa, un barco y una malaca indígena, y que la mayoría de los obreros que trabajaron en la construcción, fueron indígenas Macuxi y Wapixanas.
Por encontrarnos en fechas navideñas, todos los edificios públicos estaban decorados con motivos navideños muy luminosos...