He tenido la oportunidad de pasar muchos días en Helsinki, ciudad que no conocía, y de la que se conoce poco turisticamente
hablando, la verdad es que al español, los países
nórdicos como que nos dan un poco de miedo no por el frío metereologico, sino
por lo helado que te dejan los precios de sus hoteles, restaurantes y en general su nivel de vida que hace que te lo pienses
un poco antes de venir por aquí.
Pero si te decides a visitar Helsinki, te sorprenderá...comenzaremos por su centro, al menos su centro monumental que es la
imponente y muy blanca Catedral de Helsinki, de rito luterano y estilo
neoclásico construida entre 1830 y 1952.
Muy cerca de la catedral, tenemos la otra gran plaza, la del mercado, que es un gran espacio que se abre frente al puerto de
Helsinki, donde se encuentra también el Ayuntamiento y un
montón de edificios históricos. En el mercado se puede comprar
ademas de comida y frutas, artesanía, vinos, gorros y todas las
tonterías que cualquier buen turista necesita comprar y
ademas hay puestos de comida y vino , te, o chocolate calientes.
Desde este mercado también veréis el mercado viejo pero este en vez de al aire libre, se encuentra en un bonito
edificio histórico, y funciona como antaño con todas sus tiendas con
decoraciones de madera antigua funcionando.
Mas cosas evidentes que se ven desde el puerto, a parte de los grandes
feries que parten hacia Tallin (dicen que llenos
de gente que va allí a comprar alcohol porque es mucho, mucho mas barato, en realidad el alcohol esta controlado por el
gobierno finlandés y solo se vende en sus tiendas, llamadas Alko), pues puede ser la iglesia ortodoxa rusa llamada
catedral de Uspenski con su fachada de ladrillo rojo y
cúpulas doradas, y con el interior cerrado por remodelación y la
gigante noria que domina el puerto, y que como curiosidad finlandesa decir que en una de sus cabinas se ha instalado una sauna,
y claro ya sea invierno o verano, vemos subir a esta noria la gente en
bañador.
Y si aun os quedan mas ganas de caminar por el centro o
tenéis la suerte de pillar un bonito día de sol, pues se puede caminar
por una especie de paseo marítimo y disfrutar de las vistas del puerto y sus barcos...