Idanha-a-Velha es otra aldea histórica entre granjas y olivares que merece la pena visitar en el camino a Castelo Branco.
Esta aldea fue una próspera ciudad fundada por los romanos con el nombre de Igaeditanorum, la cual llegó a alcanzar una sede episcopal.
Su recinto medieval amurallado data de los siglos III-IV. Las murallas romanas aún definen este pueblo, que alcanzó su máximo
esplendor con los visigodos, cuando era conocida como Egitania, quienes construyeron una catedral y convirtieron a Idanha en capital
de la región.
Con la conquista de los moros la catedral fue convertida en mezquita. En el siglo XII estos fueron expulsados por los templarios,
quienes construyeron la pequeña pero imponente torre del homenaje que se asienta sobre el pedestal de un templo romano, que
actualmente se encuentra muy bien conservado. En el centro del pueblo se encuentran la iglesia matriz (Antigua
Misericordia del
siglo XVI).
Se cree que durante el siglo XV una plaga terminó con casi toda su población, y que los pocos supervivientes fundaron Idanha-a-Nova
a tan sólo 20 kilómetros al suroeste.
Hoy la tranquila poblacion ha sido tomada por las
cigüeñas, que se encuentran en todas las iglesias y altos tejados, solo por esto
ya merecería una visita...disfrutar de las fotos...