Hay mucho, mucho que ver en una ciudad como Jerusalén, y
dependerá únicamente del tiempo que dispongamos, y de nuestros gustos para
seleccionar a donde dirigirnos, y que no nos es tan interesante. Moverse no es
ningún problema, buses y modernos tranvías (foto 1) nos llevan a cualquier
lugar, eso si dentro de los límites de la ciudad vieja, no queda de otra que
caminar. Es una ciudad marcada por los conflictos, luchas y disputas a través de
los tiempos, y aun hoy continúan, por lo que monumentos con temas bélicos (foto
2), o anuncios de alianzas irrompibles están presentes en las calles (foto 3).
Pero la gente hace vida lo más normal posible, y por todos sitios encontraremos
mercados (foto 4), y en cualquier puerta de la ciudad (foto 5), o callejuela
(foto 6) la encontraremos repleta de puestecitos de venta de cualquier cosa.
Hay cuatro barrios muy diferenciados: el judío (foto 7), el cristiano (foto 8),
el musulmán y el armenio, y todos hay que recorrerlos, y ver sus diferencias,
sus símbolos, costumbres, sus estilos de vida, cultura o simplemente
alimentación de sus habitantes. Los recuerdos que nos podemos traer de cada uno
son bien diferentes, el más absurdo que vi, una auténtica corona de espinas con
certificado de origen (foto 9). También cambian sus ritos y cultos, por lo que
en la misma ciudad encontraremos multitud de sinagogas (foto 10), iglesias
católicas (foto 11), símbolos judíos (foto 12), etc...
La cantidad de restos de viejas culturas o de otros tiempos es inmensa, y verlos
todos sería misión imposible, pero las ruinas del Cardo romano por ejemplo son
imperdibles (fotos 13 a 15), uno se puede imaginar paseando por el viejo mercado
romano.
Otro lugar interesante es continuar bajo tierra los restos del muro del antiguo
templo, desde el muro de las lamentaciones hasta la salida por la actual Vía
Dolorosa (foto 16 a 18), pasadizos, grandes salas, columnas herodianas,
cisternas de agua, absolutamente veremos de todo en este viaje subterráneo al
pasado.
Al sur de la ciudad vieja, saliendo por la puerta de Zión, hay otra serie de
lugares interesantes: es el Monte Zíón. Ya la puerta es muy interesante, también
la imponente basílica de la Dormición, y junto a ella el lugar donde Jesús
realizó la última Cena con sus apóstoles (foto 19), la tumba de David (foto 20),
o el "Centro Mundial de la Paz", eso si, este estaba cerrado con varios candados
(foto 21), parece que lo de la "paz" no es un tema prioritario aquí.
Museos hay muchos y de todo tipo, como es lógico en una ciudad que arropa tantas
culturas, el que más visitantes atrae, es el del Holocausto (fotos 22 a 24),
sobre el que no me extenderé mucho, por lo evidente de su contenido. Simplemente
decir que no es apto para personas sensibles, ya que no han escatimado en fotos,
videos y detalles de violencia explícita...