Jerusalén. Israel

Abril 2013

Hay mucho, mucho que ver en una ciudad como Jerusalén, y dependerá únicamente del tiempo que dispongamos, y de nuestros gustos para seleccionar a donde dirigirnos, y que no nos es tan interesante. Moverse no es ningún problema, buses y modernos tranvías (foto 1) nos llevan a cualquier lugar, eso si dentro de los límites de la ciudad vieja, no queda de otra que caminar. Es una ciudad marcada por los conflictos, luchas y disputas a través de los tiempos, y aun hoy continúan, por lo que monumentos con temas bélicos (foto 2), o anuncios de alianzas irrompibles están presentes en las calles (foto 3).
Pero la gente hace vida lo más normal posible, y por todos sitios encontraremos mercados (foto 4), y en cualquier puerta de la ciudad (foto 5), o callejuela (foto 6) la encontraremos repleta de puestecitos de venta de cualquier cosa.
Hay cuatro barrios muy diferenciados: el judío (foto 7), el cristiano (foto 8), el musulmán y el armenio, y todos hay que recorrerlos, y ver sus diferencias, sus símbolos, costumbres, sus estilos de vida, cultura o simplemente alimentación de sus habitantes. Los recuerdos que nos podemos traer de cada uno son bien diferentes, el más absurdo que vi, una auténtica corona de espinas con certificado de origen (foto 9). También cambian sus ritos y cultos, por lo que en la misma ciudad encontraremos multitud de sinagogas (foto 10), iglesias católicas (foto 11), símbolos judíos (foto 12), etc...
La cantidad de restos de viejas culturas o de otros tiempos es inmensa, y verlos todos sería misión imposible, pero las ruinas del Cardo romano por ejemplo son imperdibles (fotos 13 a 15), uno se puede imaginar paseando por el viejo mercado romano.
Otro lugar interesante es continuar bajo tierra los restos del muro del antiguo templo, desde el muro de las lamentaciones hasta la salida por la actual Vía Dolorosa (foto 16 a 18), pasadizos, grandes salas, columnas herodianas, cisternas de agua, absolutamente veremos de todo en este viaje subterráneo al pasado.
Al sur de la ciudad vieja, saliendo por la puerta de Zión, hay otra serie de lugares interesantes: es el Monte Zíón. Ya la puerta es muy interesante, también la imponente basílica de la Dormición, y junto a ella el lugar donde Jesús realizó la última Cena con sus apóstoles (foto 19), la tumba de David (foto 20), o el "Centro Mundial de la Paz", eso si, este estaba cerrado con varios candados (foto 21), parece que lo de la "paz" no es un tema prioritario aquí.
Museos hay muchos y de todo tipo, como es lógico en una ciudad que arropa tantas culturas, el que más visitantes atrae, es el del Holocausto (fotos 22 a 24), sobre el que no me extenderé mucho, por lo evidente de su contenido. Simplemente decir que no es apto para personas sensibles, ya que no han escatimado en fotos, videos y detalles de violencia explícita...