Pero lo mejor de Kairouan, es que ser una ciudad que acoge
multitud de turistas y peregrinos, hay en ella multitud de edificios, mezquitas,
zauías, instituciones religiosas, y antiguas residencias de personajes ricos o
importantes, y muchas de ellas se pueden visitar por dentro.
Por ejemplo nosotros pasamos a la zauía de Sidi Abid (fotos 1 a 3), que es un
mausoleo del siglo XIV. A un pozo antiguo y tradicional que saca agua fresca (y
potable), utilizando un sencillo mecanismo de rueda con pequeñas vasijas
movidas por un camello (fotos 4 a 6).
Otra visita ineludible es la Gran Mezquita (foto 7), que es el lugar de rezos
más antiguo del mundo musulmán occidental. Y es que la ciudad de Kairouan es un
lugar santo y de peregrinación para los musulmanes, y venir a rezar aquí tres
veces tiene el mismo valor que el viaje a La Meca (este honor solo lo tiene esta
ciudad y la de Medina en Arabia Saudí. El alminar de la gran Mezquita (foto 8),
es claramente visible desde la estepa circundante a la ciudad, y su patio (foto
9) tiene un tamaño simplemente monumental adoquinado con piedras. La nave
central de la mezquita, está delimitada por dos filas de columnas paralelas
(foto 10) y es más grande que las demás (foto 11). Desde aquí se accede a la
sala de rezos, un local majestuoso con un gran número de columnas de mármol,
pero desgraciadamente sólo los musulmanes tienen permitido el acceso, así que
pongo una foto de una postal para que os hagáis una idea (foto 12).
Hay otra manera de ver muchas casas importantes y antiguas por dentro, ya que al
ser Kairouan un centro manufacturero de alfombras, como indica hasta un
monumento a la entrada de la ciudad (foto 13), muchas de las tiendas oficiales
del gobierno están en casas que son verdaderos monumentos artísticos, nosotros
vimos la perteneciente a un gobernador, que era de lo más espectacular (fotos 14
a 21), aun a pesar de lo recargado de la decoración a base de alfombras que hay
en las paredes, pero el mobiliario, y las marqueterías, simplemente
impresionantes...