El corazón del centro histórico
de Kiev es la Plaza de la Independencia. Está dividida en 2 partes por el
bulevar Khreschatyk, que es la calle principal y donde se encuentran los
principales restaurantes y tiendas de la ciudad. En ella encontraremos fuentes
(foto 1), flores (foto 2) y varios edificios oficiales (foto 3), también
monumentos al estilo soviético como el de la (foto 4) a los fundadores de la
ciudad, pero también arte más moderno (foto 5). Y bajo cualquier monumento
siempre alguna pareja de recién casados, ni se sabe cuantas de ellas vi (foto
6).
Llegados a esta plaza ya nos habremos dado cuenta de que Kiev tiene un aire
moderno y europeo con muchos bulevares, teatros, óperas y centros comerciales,
pero la característica que definiría a la ciudad, es su horizonte repleto de
cúpulas doradas de sus innumerables iglesias y monasterios.
El Monasterio de San Miguel de la Cúpulas Doradas, os podéis imaginar de donde
le viene el nombre (fotos 7 a 11), es al que todo el mundo se dirige en primer
lugar a visitar. Originalmente el Monasterio poseía una catedral construida en
la Edad Media, pero fue destruida en 1930 por el gobierno soviético. Todo lo
demás permanece en su estilo original bizantino construido en el siglo XVII, y
sus murallas más recientes del siglo XVIII barrocas.
Otra de las grandes atracciones para el turista, es la Catedral de Santa Sofía
(fotos 12 a 14) construida a finales del siglo IX, y primera construcción
ucraniana en se inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De
arquitectura bizantina posee trece cúpulas, cinco naves y cinco ábsides. En su
interior se pueden visitar los mosaicos y frescos originales del siglo IX.
Todo el centro está impecablemente restaurado, y las fachadas de las casas
antiguas con las calles empedradas te trasladas a otro época (foto 15)
, haciendo que se disfrute un paseo a pie por el centro, en el que hay muchos
espacios peatonales...