Apenas regresar de las vacaciones de verano, y ya en Sofía, nos damos
cuenta que el otoño ha llegado, y con el los cambios de colorido y paisaje que
implica (foto 1),las preciosas montañas verdes que rodean la ciudad, comienzan a
transformarse.
Es el momento para las plácidas caminatas por las montañas Vitosha después de un buen
desayuno, cualquier domingo soleado, sin ninguna prisa, las tenemos al lado de casa y son
todas nuestras...
Elegimos nuestro objetivo, esta vez un monasterio de Kokalyane, no es muy conocido, y es que
solo se puede llegar a él caminando por un precioso, espeso y otoñal bosque (foto
2),saboreamos lentamente el paseo, y por fin llegamos a su entrada, fuera (foto 3) una fresca
fuente para refrescar el cuerpo, dentro (foto 4), un tranquilo, retirado y apacible
Monasterio
para refrescar el alma y la mente...
