La ciudad de Sofía durante los meses de verano prácticamente está
vacía, todo el búlgaro que puede se escapa al "moreto" (las playas del mar negro
búlgaro), en la zona que comprende desde la ciudad de Burgas hasta la frontera con
Turquía no hay grandes complejos hoteleros, y por tanto no llegan los grandes
tour-operadores europeos, el turismo es solo nacional.
Nos fuimos alegremente pensando en buscar hotel allí mismo, ese error casi me cuesta
dormir en el coche con Heike embarazada de 8 meses, ni recuerdo en cuantos hoteles
preguntamos, todo lleno, ya de noche, incluso después de cenar bastante desanimados, hago un
último intento en un hotel en la playa de Lozenets, por supuesto estaba completo, pero una
chica muy simpática nos dice que no nos preocupemos que ella nos encuentra algo, la vimos
recorrer calle arriba y abajo varias veces, y al final nos dice que nos ha encontrado una
casa, la verdad nuevecita, supergrande, con una gran sala de estar, un lujazo para nosotros
dos solos, y al precio de la habitación de su hotelito...
La amabilidad de los lugareños de Lozenets no acaba allí, al ir a bañarnos en su playa, y
ver llegar a Heike embarazada, los bañistas que tenemos al lado, se ponen a escarbar un
metro en la arena de la playa, y sacan una gorda y fresca sandía que inmediatamente
ofrecen a Heike con una sonrisa...genial.(fotos 1)
Pasamos cuatro días en la zona, y cada día fuimos a una playa distinta, siempre con un
denominador común, mucho calor, sol, playas llenas, y nosotros prácticamente los únicos
extranjeros...
Las playas en las que nos bañamos fueron: Lozenets (foto 2), Ahtopol (foto 3), Kiten (foto 4) y
Primorsko (foto 5)...