Había oído hablar mucho de Maribor, pues aquí se celebran todas las
competiciones importantes de skí o parapente del país esloveno, así que me imaginaba un
precioso pueblecito típico alpino rodeado de montañas. Pues no, desde su centro no veréis
ni una montaña, solo al entrar las veréis pero son bajas y en apariencia
insignificantes, quizá en invierno y lleno de nieve impresione más, ya que por todos lados
hay indicadores de remontes y teleféricos...
De todas maneras hicimos un alto para recorrer su grandioso centro que es totalmente
peatonal, con una bonita plaza principal (foto 1), muchas pequeñas iglesias, y sobre todo
muchas terracitas donde comer helado (foto 2)...