Castelo Mendo es otro pueblo medieval que goza de una envidiable conservación de sus fortificaciones, restos de un pasado
estratégico en la frontera luso-hispánica.
Todos estos pueblos con castillos y fortalezas, tienen
una característica en común, están ubicados en lo alto de cerros con
vistas a los valles y la frontera de Portugal con España la cual
tenían que defender.
Al ser una villa pequeña y cerrada es muy fácil de visitar, y como esta perfectamente reconstruida, se disfruta mucho de sus
callejuelas empedradas, iglesias y antiguas casas medievales. Aunque
también cuenta con vestigios romanos.
La calle en la que se encuentra la pequeña iglesia de San Vicente nos lleva a la plaza del Pelourinho, llamada así por la
presencia del pelourinho o columna de piedra donde eran ajusticiados los criminales y que está presente en muchas localidades
portuguesas. En esta coqueta plaza está la iglesia de San Pedro, la principal que posee el pueblo.
En la parte más alta de la villa se encuentran los restos del Castillo. Entre ellos destaca una de las puertas de
entrada, parte de la muralla, alguna tumba y la iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Esta última es la construcción mejor
conservada con un interesante artesonado de madera...