El 15 de Agosto de 2007 a las 18:40 hora local, se produjo un
terrible terremoto de grado VIII en la escala Mercalli, con
epicentro en las costas del centro de Perú a la altura de Pisco,
Ica, Chincha y Cañete. Duró una eternidad, 3 minutos y medio, y
fue el más poderoso en cuanto a intensidad y duración registrado
en el país, ocasionando 595 muertos, 1800 heridos, 76.000
viviendas totalmente destruidas, y cientos de miles de
damnificados. Aunque este no ha sido el más catastrófico, ese
ocurrió en 1970 y dejó miles de muertos.
Han pasado 2 meses desde que ocurriera la catástrofe, y
alquilamos un carro en Lima con intención de llegar hasta la
zona. Nos dicen que eso no es posible, que las carreteras están
muy dañadas, los puentes caídos, y que no hay paso. Pero nos
vamos de todas maneras.
Aunque hay muchos carteles de precaución (foto 1), desvíos por
obras, y pasos por encima de los ríos en vez de por los puentes
que efectivamente están caídos, pudimos llegar sin problemas.
Simplemente no hay palabras para expresar lo que aquí debió
pasar, porque aun hoy dos meses después, está terrible la
situación. Miles de casas totalmente destruidas, la gente
viviendo en la calle en tiendas de campaña (foto 2). Todos los
edificios históricos construidos en adobe, por los suelos. No ha
quedado ni una sola iglesia en pié. Mirar por ejemplo lo que
quedó de la que fue preciosa Iglesia de la Compañía de Pisco
(foto 3), comparándola con una postal de como era (foto 4).
Edificios, hoteles, todo destruido (foto 5), canalizaciones
rotas, calles llenas de escombros (foto 6). Los escasos enseres
rescatados de las ruinas, apilados en las aceras (foto 7), la
desolación y tristeza no puede ser mayor. Y en la Plaza
principal de Pisco, la mayor de las tragedias, colapsó
totalmente la iglesia en medio de una ceremonia religiosa,
quedando en pie solo sus dos campanarios, solo en este lugar
murieron 148 personas (foto 8)...