Solo viendo la ciudad de Praga desde la altura de su castillo (foto 1), y
viendo la cantidad de puentes, campanarios, torres y hermosas fachadas que se
divisan, se adivina que Praga tiene mucho que ofrecer en historia, cultura,
gastronomía, o cualquier cosa que nos pueda interesar, por lo que las cosas a
visitar o la cantidad de escaners que se podrían hacer sería interminable : de
las iglesias no hemos hablado y las ornamentaciones barrocas de algunas de ellas
son espectaculares como la de la Iglesia de San Jacobo (foto 2). Torres como la
de la Pólvora (foto 3), la única que queda en nuestros días de las 13 torres
defensivas y polvorines que formaban parte de las murallas que desde el año 1232
rodeaban y protegían la ciudad vieja praguense.
Pero hay más estilos que se pueden disfrutar en la ciudad, como las casas muy
bien restauradas con sus fachadas "art nouveau", que se suceden sobre las
riberas del río Moldava (fotos 4 y 5). O ya la más moderna "Dancing House" (foto
6), también llamada "Fred y Ginger", ya que asemeja a una pareja de bailarines.
Y así podríamos continuar descubriendo la ciudad, y no terminaríamos.
Praga es una ciudad amable para el turista, fácil para recorrer con un
transporte público eficiente. Dispone de metro, pero la verdad es que es mucho
más agradable recorrerla en tranvías tranquilamente viendo el paisaje de la
ciudad. El la línea que sube al castillo, una de las más turísticas circulan aun
tranvías de los viejos (foto 7), pero hay de todas las edades, incluidos los
nuevos que parecen atómicos (foto 8).
Muchos parques y zonas verdes, y mucha gente joven tomando el sol y charlando
sobre el césped (foto 9), muchos espacios y parquecitos con juegos para los más
pequeños. Y no solo arte barroco, también por las calles encontrareis modernas
esculturas, Ata alucinaba con los "bebés gigantes" (foto 10).
Bares, terrazas, heladerías, pequeñas galerías de arte (foto 11), tiendas de
recuerdos, o donde ver y comprar el famoso cristal de bohemia, típico de la
región, etc, etc, etc...