23 de Septiembre de 1799. Visitan la Misión de Catuaro
(foto 1).
Actualmente se encuentra en ruinas (foto 2), pero por fin encontramos a su
entrada un cartel medio caído, alusivo a la ruta que estamos recorriendo. Y el
se puede leer uno de los párrafos que escribiera el viajero Humboldt en su
libro: LA RUTA DE HUMBOLDT EN EL ORIENTE DE VENEZUELA. "La misión de Catuaro
está situada en la región más salvaje, todavía circundan la iglesia árboles de
gran tamaño (foto 3), y los tigres vienen en la noche a comerse las gallinas y
los cerdos de los indios, por lo demás todo era extraordinario en esta misión de
Catuaro, hasta la casa parroquial que tenía dos pisos".
Nos contaron que normalmente está cerrada, pero ese día unas monjitas
habían venido para hacer limpieza, muy amablemente nos invitaron a pasar y ver
como trabajaban con música de reggaeton a todo volumen (foto 4), pasamos hasta
la cocina donde ya preparaban el almuerzo para los que ayudaban (foto 5), pero
no quisimos molestar más y decidimos buscar un lugar donde comer más tranquilos
sin esa música, y, pues no lo encontramos en toda la población, no nos quedó más
remedio que comer un pasapalos con refresco imperialista en medio de la calle
(foto 6)...