Río de Janeiro es una ciudad muy extensa, en un idílico natural
emplazamiento con kilómetros de variadas y sugestivas playas a orillas de Mar
Atlántico. La más conocida de todas es sin duda Copacabana, en el barrio más
famoso y animado de la ciudad. La larguísima y bella playa de Copacabana tiene
forma de media luna, y es la referencia turística de Brasil. Ha dado origen a
todo tipo de músicas, libros, pinturas y fotografías, ?quien no ha visto alguna
foto de esta playa, y se ha imaginado en ella alguna vez?. Sin embargo con su
fama llega la especulación inmobiliaria, solo en este barrio viven 300.000
personas, tremenda densidad poblacional. En primera línea de playa lujosos y
elegantes hoteles. Apartamentos con buenas vistas al mar para quien pueda
pagarla, pero también miles y miles de minúsculas casas encajonadas entre el mar
y la montaña.
Era lo que queríamos ver y en la Playa de Copacabana pasamos nuestro primer día
en Río. La primera impresión, que dicen que es la que cuenta, es inmejorable,
todo limpio, la playa se limpia con máquina por la noche, y con personal de
limpieza durante todo el día, baños públicos, duchas, pasos de peatones en los
que se respeta al peatón, una tremenda cultura ciudadana (este punto fue la
tónica de toda nuestra visita, impresionante), la gente en la calle paseando,
tomando el sol, bañándose, haciendo deporte, en bici (foto 1) a pié, realmente
calidad de vida, y con ese paisaje que tienen disfruta tanto el cuerpo como la
mente.
Primero paseamos, todo el paseo por la playa está empedrado con un dibujo
alegórico al mar y su interacción con la ciudad (foto 2). Después claro nos
fuimos a bañar. La limpísima dorada arena está muy animada tanto de bañistas
como de vendedores (foto 3). Copacabana no solo es larguísima, sino que es
anchísima, por lo que se puede jugar por ejemplo a pelota sin molestar a nadie
alrededor (foto 4). Hacer amigos aquí no es nada difícil, en seguida se
encuentra amigos con quien charlar o jugar (foto 5). Todo el mundo parece feliz
en un lugar tan bello como este, incluso el pequeño Marco está de lo más feliz
(foto 6).
El deporte por excelencia de los cariocas es el fútbol de playa, hay porterías
para practicarlo a todo la largo de la playa (foto 7), y lo mejor es que no
importa a que hora del día o de la noche tengas ganas de jugar, la playa y las
canchas están iluminadas toda la noche (foto 8), y la sensación de seguridad y
tranquilidad, al menos en las zonas turísticas es muy elevada...