Comenzamos un viaje aplazado desde el año pasado cuando entre el atentado
al primer ministro serbio, y la avería de nuestro auto nos obligó a cambiar de
planes, así que intentaremos llegar desde Sofía (Bulgaria), hasta Alemania en coche, en
pleno invierno, ahora con estabilidad en Serbia (aunque en plena campaña
electoral).
Nuestra primera parada será Belgrado, para visitar a nuestra amiga Irmi, pero antes haremos
un alto para visitar el Monasterio de Rivarisa (foto 1), no es que sea especialmente interesante, solo es que está a mitad de camino entre Sofía y Belgrado, por lo que es
perfecto para una parada, y no hacer todo el viaje de un tirón.
Por fuera está amurallado ( foto 2), y es que estamos en tierras fronterizas que en otros
tiempos lindaban con el imperio otomano, por dentro plagado de iconos (foto 3), como todos
los monasterios ortodoxos, y detrás un curioso cementerio, con tumbas también más que
curiosas (foto 4)...