Después de pasar toda la mañana
en las Minas de Rammelsberg, y comer en un pequeño restaurante que se encuentra
dentro del mismo recinto de las minas, aun teníamos suficiente tiempo para hacer
unas bajaditas de ski en Braunlage, así aprovecharemos para conocer una nueva
ruta que atraviesa el Harz que va directa desde Goslar a la estación de
Braunlage. Se trata del valle que a su paso excava el río Oker (Okertal),
después de salir de su enorme presa que se encuentra en la cabecera del valle.
La presa, a pesar de ser efectivamente grande, y de estar congelada, no nos
impresionó nada, pero antes de llegar a ella, y por casualidad, pasamos por una
cascada, la "Romkerhaller Wasserfall", y esta si que impresiona, no solo por su
altura, si no por que al estar totalmente congelada (estábamos a unos 15 bajo
cero), pues hacía que estuviera simplemente espectacular, y nos quedamos un buen
rato haciendo fotos, e intentando romper la capa de hielo del laguito que había
a sus pies, pero nos fue totalmente imposible, prácticamente ni pudimos rasguñar
el hielo, de lo compacto y grueso que estaba (fotos 1 a 10)...