Desanimados, cansados y tristes por todo el tema del asalto, nos vamos a San Cristóbal
de las Casas, tenemos que decidir que hacemos con nuestro viaje, pero antes de tomar una
decisión, decidimos tomarnos unos días de descanso para aclarar nuestras ideas, y es que
hablemos de lo que hablemos o pensemos en lo que pensemos, nuestra mente nos lleva a
recordar ese momento en que fuimos encañonados con escopetas, y sobre todo a dar gracias
por la suerte que tuvimos.
Nuestras opciones son tres: Volvernos a casita y dar gracias a Dios que no nos pasó
nada. Continuar nuestro viaje, pero sin salirnos de las rutas turísticas, que estas, salvo
los pequeños atracos de carteristas a los turistas, son bastante seguras. O continuar con
nuestra ruta prevista como si no hubiera pasado nada, intentando no meternos en problemas.
Mientras lo decidimos conocemos un poco San Cristóbal, la verdad es que es bastante
decepcionante, yo me esperaba encontrar un pueblo indígena perdido en el tiempo, pero ver
algún indígena cuesta trabajo, mientras que lo que más abunda
son, turistas, hippies, ONG´s, observadores internacionales, sin nada que observar, que no sea
los Pubs con música en vivo, los cafés internet, o los muchos Hoteles y restaurantes para
turistas que hay alrededor del zócalo y la catedral (foto1).
Decidimos ir a las comunidades de los alrededores de San Cristóbal, pero está claro que
no somos los únicos que han tenido esa idea, y en cualquier pequeña aldea ya están
esperando a los turistas para sacarles sus dólares, pretendiendo cobrarte hasta para
entrar en las iglesias, nosotros somos cristianos, pero no tanto como para pagar por
verlas, así que nos conformamos con hacernos las fotos fuera (foto 2 Comunidad indígena de
San Juan Chamula),(foto 3 Iglesia de Santo Domingo en San Cristóbal), y (foto 4 en la
entrada al Templo de la Caridad también en San Cristóbal).