En la población
siciliana de Agrigento, se encuentra uno de los
conjuntos de templos griegos mejor conservados que
existen. Es una zona muy extensa llamada "El valle de
los templos" (foto 1) en lo que fuera la antigua ciudad de Akragas, hoy patrimonio de la humanidad, y antiguamente
descrita por Píndaro como "la más hermosa de las
ciudades mortales".
Data del 580 a.C. aunque su esplendor solo duró hasta el
406 a.C. cuando los cartagineses la sitiaron y
saquearon. Posteriormente la poblaron romanos,
bizantinos y cristianos aunque sin tanta importancia.
Los templos griegos de Agrigento son todos de estilo
dórico, y su estado de conservación varía según como les
afectó terremotos y expolio.
Dominando la cima del valle, se encuentra el Templo de Juno Lacinia (fotos 2 y
3), y el mejor conservado es el Templo de la Concordia (fotos 4 y 5) con 42
metros de largo y 19,5 de ancho, dedicado a Castor y Pólux con 34 columnas
antiguamente recubiertas de estuco blanco.
Hay muchos templos más como el de Hércules, el más antiguo de todos del 510 a.C.
al que le quedan 8 de sus 38 columnas originales (foto 6).
Otro templo importante fue el Templo de Júpiter Olímpico, un gigantesco edificio
con una planta de 112,5 metros de largo por 56 de ancho que nunca fue terminado,
y cuyas dimensiones sólo eran superadas por el Templo de Artemisa en Éfeso. Este
edificio, además de poseer columnas de 17 metros de altura y 4,2 de diámetro,
estaba adornado con 38 estatuas de Atlantes de casi 8 metros de altura. Junto al
edificio se puede ver una reproducción (fotos 7 y 8), aunque el original lo
podremos ver en el museo junto a una maqueta del templo original.
Y al igual que en cualquier otro gran yacimiento arqueológico, encontraremos
también otros restos de ruinas, murallas, tumbas, calzadas romanas (foto 9),
etc...