Me habían dicho que había una pista para vehículos de doble
tracción que desde Playa Medina llegaba hasta una playa totalmente virgen
llamada Chaguarama de Sotillo, pero también me dijeron que estaba "fregado"
llegar incluso con el 4x4. El caso es que me voy a intentarlo, pero nada más
comenzar el barrizal es tanto y tan profundo que desisto de meter el carro (foto
1), y al cruzar al otro lado del barrizal a pie, me doy
cuenta que por aquí no ha circulado un vehículo en mucho, mucho tiempo, ya que
no hay ninguna marca de ellos.
Caminando, caminando, llego hasta una especie de, por llamarlo de alguna manera
"aldea" (foto 2). Y allí en seguida los niños se me ofrecen a guiarme hasta la
playa. Después me di cuenta que yo solo nunca la hubiera encontrado, ya que se
trataba de una excursión por una auténtica selva, sin caminos, puentes ni nada
que se le parezca, hasta el extremo de tener que ir como los monos de árbol en
árbol para evitar meterse en una laguna de aguas por su color nada saludables
(foto 3).
Por fin salimos de la espesa jungla, y de repente aparece la playa con su
espectacular claridad (foto 4). Terminamos de recorrer la distancia que nos
separa de ella, y uno se queda sin palabras y sin respiración (fotos 5 y 6).
Pareciera que somos los primeros en llegar, no hay ningún rastro de
civilización. Así es como debieron encontrar los primeros colonizadores estas
playas, ya que en ella no se encuentra nada que no haya puesto la naturaleza,
esa naturaleza tan exuberante y generosa del Caribe...