Voy a empezar por el final el relato de nuestro paso por
Georgia, o sea por la conclusión, por la idea y las impresiones que nos han
quedado del país. Y se puede resumir de una manera muy sencilla, "Nos encantó,
nos lo hemos pasado muy bien, y sin duda volveremos...".
Habíamos pospuesto el viaje dos veces por disturbios políticos, y revueltas
sociales. Había leído sobre la incomodidad de viajar por el país por la multitud
de controles policiales y militares que solo buscaban sacar dinero, problemas
con las fronteras y dificultades para la obtención de visa...pues bien, todo eso
pertenece al pasado: ciudades y poblaciones tranquilas, gente amable y
hospitalaria, ningún control "fantasma" en las carreteras, ni siquiera es
necesaria visa (por lo menos para Europeos), así os encontrareis la nueva
Georgia.
Esto no quiere decir que Georgia no tenga problemas políticos, fronterizos y
sociales de todo tipo, que los tiene, pero no afectaran a un turista más que en
cualquier otro país, y no hay ningún problema para recorrerlo por las zonas
no-conflictivas.
La capital es Tbilisi y cuenta con un millón y medio de personas. Si bien desde
las colinas que la rodean ofrece el típico aspecto de ciudad soviética de
horrorosos edificios clónicos de cemento (foto 1). Si nos introducimos en sus
calles veremos que son anchas avenidas por las que se circula sin problemas,
tanto automóviles como peatones. Encontraremos todos los edificios típicos de
una capital, su Ayuntamiento (foto 2), el Parlamento (foto 3), que aun conserva
los escudos de la era soviética, teatros (foto 4), Museos, y hasta nos podremos
dar un baño en los antiguos baños sulfurosos (foto 5), también catedrales,
sinagogas, cafés, modernos bares y restaurantes de diseño que comparten espacio
con las tradicionales refresquerías a base de agua carbónica con sabores dulces
de jarabes (foto 6), tiendas de ropa de todas las marcas occidentales, junto al
tradicional Tsum o gran almacén de los tiempos en que Georgia pertenecía a la
Unión Soviética.
Pero el mayor símbolo de modernidad se apreciaba por la noche, una gran torre de
comunicaciones domina e ilumina la ciudad. Dicen que su Presidente en una visita
oficial a París quedó tan impresionado por la iluminación de la Torre Eiffel,
que quiso algo igual para Tbilisi (foto 7)...