Un día, comiendo en casa de nuestra amiga búlgara Violina (de hecho ella
es la primera persona búlgara que conocimos allá en el lejano México). Su papá, un
señor ya jubilado que ha sido muy viajero, nos comentaba que antiguamente existía una
cartilla con los 100 lugares del país que todo buen búlgaro debía
visitar, monumentos, museos, monasterios, montañas, etc,...y que en estos lugares se sellaba
la cartilla quedando registrado el paso de la persona. Así que nos dimos a la
tarea de
buscar una de estas cartillas, y la conseguimos un tiempo después, rápidamente marqué con
una "x" los lugares que yo había visitado, y me decepcionó bastante comprobar
que solo conocía 45 de estos 100 lugares, vamos ni la mitad, muy molesto me la volví a
releer y contar descubriendo la razón. La causa es que más de la mitad de estos 100
sitios de peregrinación búlgara corresponden a los lugares donde
nacieron, vivieron, lucharon, capturaron, torturaron o finalmente mataron a los diferentes
revolucionarios búlgaros, lugares que, para quien no es búlgaro ni revolucionario, carecen
de todo interés.
Uno de estos lugares sin interés, pero con casilla en la cartilla para sellar, por ejemplo
es Teteven (sello central de la página de la cartilla de la foto 1), lo único que hay que
ver aquí es la casa-museo del revolucionario local (fotos 2 y 3), un lugar frío, oscuro, sucio, feo, descuidado y sin interés, la mujer de la entrada por la cara que
puso aun se debe estar preguntando que hacen dos extranjeros perdidos allí, pero cuando
sacamos nuestra cartilla para que nos la sellara, pues ya ni os cuento...
A favor de Teteven tengo que decir que el día que lo visitamos hacía frío y llovía, tal
vez en un bonito día de verano con sol, la población se vea mejor ya que se encuentra
rodeada de agradables montanas ( foto 4)...