La verdad es que si te gusta hacer montaña, Berlín
definitivamente no es la mejor elección para irse a vivir, y es que no hay una
sola montaña en 200 kilómetros a la redonda. La pequeña excepción que confirma
la regla, afortunadamente no solo está en la misma ciudad de Berlín, sino que la
tenemos apenas a 2 kilómetros de casa, es el Teufelsberg, una colina con dos
lomas independientes y con una mareante altura de 115 metros.
En la más alta funcionaban unas baterías antiaéreas nazis, y después de la
guerra, un observatorio controlado por los americanos, de las armas nazis no
queda ni rastro, y del observatorio solo los edificios en ruinas.
Afortunadamente, en la otra loma no hay nada más que naturaleza, y es
aprovechada para el esparcimiento por numerosos berlineses.
Subir a la cima no es ningún problema, se puede hacer por unas escaleras
directas justo en el mismo parking (foto 1), por caminos empedrados (foto 2),
por uno de los muchos caminitos abiertos alrededor de la montaña, o quien pueda
sube volando (foto 3), y es que son precisamente las actividades aéreas las que
reúnen a más gente. Muchos aficionados a las cometas (foto 4), o al parapente
(foto 5), y es que este es el único lugar en toda Alemania donde está permitido
el vuelo dentro de una ciudad.
Por supuesto también pasear. correr, ir en bici (foto 6), o simplemente
disfrutar de un poco de aire fresco (foto 7), o pasar un bonito día en familia
sin salir de la ciudad (foto 8)...