Otro hito de la grandiosidad otomana es el Palacio de Topkapi, residencia
de los sultanes durante casi tres siglos del XV al XVIII.
Hoy todo el palacio, sus salas patios y jardines son un museo, o mejor dicho varios
museos, ya que son recintos independientes, y encontraremos desde colecciones de armas (foto
1),hasta la opulenta colección de joyas y piedras preciosas (foto 2),tal vez la más
interesante a mi parecer, con diamantes, esmeraldas, y perlas gigantescas, todo perfectamente
tallado y engarzado, en ropas, muebles, armas, etc...
Tampoco hay que olvidarse del Harén que dicen que albergó a más de 300 concubinas...ni
de cualquier sala o dependencia, en cualquiera encontraremos algo que admirar (foto
3),incluso cuando ya estemos hartos de mirar palacio, dirigiremos desde el la mirada al
exterior para ver sus murallas y espléndidas vistas tanto al Bósforo (foto 4),como hacia
la ciudad. Este lugar es especial, hay que madrugar y no pensar en dedicarle menos de una
jornada.