Berlín está rodeado de bosques, y en uno de los más grandes: en
el de Grunewald, hay un museo dedicado a ellos en donde a modo de escuela se
enseña a los niños no solo porqué y como debe cuidarse un bosque, si no con todo
tipo de ejemplos interactivos maquetas, láminas, animales disecados, y todo tipo
de flores y plantas típicas de este bosque berlinés.
Lógicamente la casa museo, fundada en 1947 se encuentra en medio del bosque
(foto 1), y nada más pasar a su interior, está repleta de todo tipo de objetos
relacionados con el bosque, todo perfectamente indicado y marcado con números
para que luego busquemos a que corresponde cada objeto (foto 2 y 3).
Pero nosotros utilizamos este lugar tan didáctico para celebrar el octavo
cumpleaños de Ana Sofía, así que fuimos allí con todos sus amiguitos a
visitarlo. Comenzaron con una charla en la que los niños debían decir los
nombres de todos los animales que veían que conocieran, y así de una forma amena
se les explicaba todo (foto 4). Después ellos mismos podían aprender y disfrutar
solos de manera interactiva por las diferentes salas del museo, tocando y
revolviéndolo todo (fotos 5 a 7). Y aprovechando el día soleado de Octubre que
disfrutamos, claro teníamos que salir fuera a jugar y aprender. Siempre jugando,
esa era la manera, por ejemplo en la (foto 8), podías hacer un salto de
longitud, y según donde caías podías ver si saltabas tanto como una rana, un
conejo, o un tigre, ya que diferentes carteles indicaban hasta donde llega cada
animal. Seguimos jugando (foto 9), y luego un paseo con guía por el bosque
intentando identificar algo de lo que habíamos visto o aprendido (fotos 10 a
13).
Así sin darnos cuenta pasaron las horas, y ya con hambre no faltaros los
pasteles de cumpleaños (foto 14), y la comida (foto 15). FELICIDADES
ANA...