Pero aunque sea invierno, Viena es hermosa como en verano o primavera, ya que palacios, catedrales, parques, mercados, y
cualquiera de los tópicos vieneses como un paseo en carrozas tiradas por caballos se pueden disfrutar
también en invierno.
O sea que comerse una torta Sacher, o visitar
cualquier otra pastelería famosa como la Demel en el centro pues es posible. O si no
estáis sobrados de dinero como para
entrar en una famosa pastelería, siempre están las tiendas
típicas de galletas Manner.
Por otro lado visitar museos, palacios o sus reales jardines pues
también se pueden visitar.
Así que realmente todo son ventajas para disfrutar de la ciudad en estas fiestas decembrinas...