Todo el mundo en todo el mundo ha oído hablar del Castillo de Windsor,
la Residencia Real de la Familia Británica desde hace 900 años, todo un símbolo
para los británicos. Se construyó en 1165 en unos terrenos que daban al Támesis
y entonces a un solo día de camino de Londres (fotos 1 y 2).
Se puede visitar una gran parte de la fortaleza (foto 3), y asistir a su cambio
de la guardia de una manera más relajada que en el Palacio de Buckingham
londinense (foto 4), pero de ninguna manera esperéis ser los únicos visitándolo.
Todo el conjunto del castillo, es una unión de partes muy diferenciadas unas de
otras: El edificio más importante es la "St. George Chapel" (foto 5), una
iglesia de estilo Tudor con una impresionante y elaborada bóveda en forma de
abanicos (foto 6), aquí se encuentran enterrados 10 monarcas británicos, entre
ellos Enrique VIII.
La pieza central de todo el conjunto amurallado, es la "Round Tower", en cuya
cúspide, ondea la bandera real cuando la reina se encuentra en el palacio
(foto 7). Después hay diferentes salas y aposentos reales y gubernamentales, así
como salas de archivos y fotografías. Se puede visitar parte de los
aposentos reales (foto 8), pero sobre todo disfrutar de los muchos detalles
monárquicos, por ejemplo, todas las farolas tienen la corona real (foto 9), o
algo más lúdico como fotografiarse con los soldados que montan guardia (foto
10), y que aseguran que hasta les puedes hacer cosquillas que no se moverán, no
se...