En Zipaquirá se encuentra la más importante mina de sal del País. Pero no
solo eso, hace poco los colombianos buscaron entre todas las maravillas del
país, para elegir su preferida, y en primer lugar quedó la Catedral de sal que
se encuentra en el interior de las minas de sal.
Se accede a ella, descendiendo a la mina (foto 1), tramo que han aprovechado
para disponer las catorce estaciones del Vía Crucis (foto 2).
El centro de la Catedral, lo conforman tres grandes cámaras: la nave del
nacimiento y el bautismo, la nave de la vida, y la de la muerte y resurrección,
y todas ellas se encuentran en antiguas galerías de explotación de sal.
El camino hasta la catedral (foto 3), es lento como una transición entre el
mundo exterior y el interior, durante el trayecto, se diluye la noción del
tiempo, de la luz, del calor, del sonido, del color y del viento. Es el camino a
una nueva visión interior, un mundo subterráneo, inmutable al tiempo y
misterioso que invita a la meditación y la reflexión...