Todo el turismo y los hoteles de lujo se concentran en las playas de Palm Beach (de la
que ya os he hablado), y en la de Eagle Beach (fotos 1 y 2), en ambas y entre ellas, se
suceden los restaurantes, clubs, cabarets y casinos, sin ninguna interrupción hasta la misma
capital Oranjestad, la cual también tiene sus propias playas ( foto 3).
Todas estas playas están cuidadas por el hotel que tienen delante, pero son de libre
acceso, y comunicadas entre si por un andador por el que pasear, y elegir el lugar que más
nos guste, el área de juegos para niños más interesante, o simplemente hacer una parada
en la que sea "hora feliz", y ofrezcan las piñas coladas a mitad de precio. También y sin salir del andador podréis disfrutar de la fauna local: iguanas (foto
4), lagartos o pelícanos son los más abundantes.
Estas dos playas principales se encuentran al oeste de la isla. El norte también tiene
playas, pero están muy expuestas a los alisios, teniendo siempre mucho oleaje, mientras que
las del sur, totalmente protegidas de los vientos son una balsa de aceite, que además
poseen barrera de coral, por lo que son las utilizadas para el buceo, nosotros visitamos una
al azar, llamada Santo Largo, el agua como veis en la (foto 5), no puede ser más transparente, e ideal para ver multitud de coloridos peces tropicales prácticamente en la
misma orilla...